El trastorno bipolar (también conocido como depresión maníaca) es una enfermedad que se puede tratar y que está marcada por cambios bruscos en el estado de ánimo, pensamiento, energía y comportamiento. NO es un trastorno de la personalidad o una señal de debilidad personal.
El trastorno bipolar también se conoce como depresión maníaca, debido a que el estado de ánimo de una persona puede alternar entre los “polos” de manía (altos) y de depresión (bajos). Este cambio en el estado de ánimo o “cambio en el temperamento” puede durar horas, días, semanas o meses.
El trastorno bipolar por lo general comienza en la última etapa de la adolescencia (a menudo aparece como depresión durante los años de adolescencia), aunque puede empezar en la niñez temprana o más tarde. Un número igual de hombres y mujeres contraen esta enfermedad (los hombres tienden a empezar con un episodio maniaco; las mujeres con un episodio depresivo) y se presenta en cualquier edad, raza, grupo étnico y clase social.
La enfermedad tiende a ser hereditaria y parece tener vínculos genéticos. Al igual que la depresión y otras enfermedades graves, el trastorno bipolar también puede afectar de manera negativa a los cónyuges y compañeros, familiares, amigos y colaboradores.
Síntomas del Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar se diferencia considerablemente de la depresión clínica, aunque los síntomas de la fase depresiva de la enfermedad son similares. La mayoría de las personas que padecen de desorden bipolar dicen sentir “altibajos”, los altos son períodos de manía, los bajos son períodos de depresión. Estas alteraciones pueden ser serias, variando de energía extrema a desesperación profunda. La severidad de los cambios de estado de ánimo y la forma como interfieren en las actividades de la vida normal, diferencian los episodios de estado de ánimo bipolar de los cambios normales de estado ánimo.