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Por decreto, funcionarios públicos “donarán” parte de su salario

El Presidente de la República tendrá que donar de manera voluntaria 25% de su salario

A partir de ya (16 de julio), el gobierno instruyó a los servidores públicos a que regresen un porcentaje de su salario, que va desde 5% y hasta 25%, como parte de la política de austeridad y como lo establece el decreto del 23 de abril, lo entregarán de manera “voluntaria”.

Un oficio de la Secretaría de Hacienda, que circuló el jueves por la tarde, establece que podrán realizar aportaciones “de forma voluntaria” todos los servidores públicos con nivel de subdirector hasta el Presidente de la República, y que se encuentren adscritos a las dependencias, órganos administrativos desconcentrados, a la Oficina de la Presidencia de la República, a los tribunales agrarios y a las entidades paraestatales.

La reducción del salario de los funcionarios será del 25% para el presidente de la República; 23% para los secretarios de Estado, 21% para los subsecretarios de Estado, oficial mayor o su equivalente.

Para los servidores públicos que tengan un puesto de dirección general o equivalente, su descuento “voluntario” será de 17%; para un director general adjunto o su equivalente, el 14%; un funcionario de dirección de área o equivalente tendrá que aportar 10% y un subdirector de área, 5%.

El oficio de Hacienda indica que los servidores públicos podrán llevar a cabo sus aportaciones voluntarias directamente en ventanilla bancaria, mediante un formato de “hoja de ayuda para el pago de ventanilla”, o desde el portal de la banca en línea de la institución bancaria con la opción “derechos, productos y aprovechamientos”, siempre que el banco tenga autorizada la operación.

Además, los ejecutores del gasto deben dar a conocer a los servidores públicos de su adscripción la clave de referencia y cadena de la dependencia para la realización de dichas aportaciones.

Es preciso recordar que la Secretaría de Hacienda ya había ordenado la desaparición de direcciones generales adjuntas, así como el rediseño de los tabuladores salariales en el gobierno federal, como parte de las medidas de austeridad.

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