México Evalúa identificó tres acciones de prevención que tienen el potencial de evitar que sus beneficiarios caigan en la violencia
Si bien se deben fortalecer las capacidades técnicas y financieras de las autoridades locales para que puedan desarrollar programas de prevención del delito efectivos y que perduren en el tiempo, ya existen acciones preventivas promisorias que tienen el potencial de cambiar la vida de sus beneficiarios y evitar que caigan en dinámicas violentas, señalaron expertos durante la presentación de la serie de estudios Prevención del delito en México: ¿Cómo se implementa?, publicados por el Centro de Análisis de Políticas Públicas México Evalúa, con el apoyo de la Delegación de la Unión Europea en México.
Con base en dos evaluaciones cualitativas de la implementación de 15 acciones preventivas en dos municipios (Guadalajara y Nezahualcóyotl) y una evaluación de impacto en otro (Zapopan), las publicaciones presentadas permitieron identificar tres acciones promisorias, apreciar algunos de los problemas recurrentes que presentan los programas de prevención y ofrecer recomendaciones para mejorarlos, explicó Jonathan Furszyfer, coordinador del Programa de Seguridad de México Evalúa.
Por ejemplo, mencionó que en Zapopan, el análisis del programa “Jóvenes con porvenir” arrojó que ofrecer becas para que jóvenes de 15 a 29 años puedan asistir a cursos de entrenamiento vocacional puede incrementar sus posibilidades de conseguir un empleo o continuar con su educación formal y reducir tanto exclusión social como factores de riesgo.
A su vez, el programa “Atención a jóvenes adolescentes y mujeres víctimas de la violencia”, que se llevó a cabo en Guadalajara, pareció contribuir a que jóvenes que presentaban embarazos a temprana edad continuaran sus estudios y alargaran el periodo entre su primer y segundo parto.
Finalmente, el “proyecto de policía vecinal de proximidad”, desarrollado en Nezahualcóyotl, permitió a la policía comenzar a ganarse la confianza y el reconocimiento de los vecinos para atender mejor las demandas de la comunidad en materia de seguridad y prevención.
“El futuro de la prevención en nuestro país depende en gran medida de sumar esfuerzos e incentivar la cooperación y coordinación entre autoridades, sociedad civil, academia y comunidades”, dijo Furszyfer.
Por su parte, Edna Jaime, directora general de México Evalúa, señaló que muchas acciones analizadas carecen de mecanismos para asegurar que sus beneficiarios sean los que más las necesitaban, por lo que subrayó la importancia de construir políticas de prevención focalizadas en los sectores de la población más vulnerables.
Subrayó que otro de los retos que presentan casi todas las acciones revisadas es que no cuentan con indicadores de resultados que permitan medir los efectos de las intervenciones. Por lo tanto, recomendó que los programas de prevención incluyan, desde su diseño, este tipo de indicadores.
“Es tiempo de fortalecer a los gobiernos locales con capacidades financieras autónomas y sustentables, con herramientas técnicas y elementos científicos para conducir las buenas intenciones hacia buenos resultados”, concluyó.
“La verdadera democracia es la que se ejercita a nivel local, en confianza entre vecinos y con las instituciones, y en un contrato social orientado al bien común”, consideró Juan Garay, jefe de la sección de Cooperación de la Delegación de la Unión europea en México.
Durante el evento, los estudios fueron comentados por Alberto Begné, Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, así como Saskia Niño de Rivera, presidenta de Reiniserta un Mexicano, A.C.
Este evento se realizó en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la capacidad del gobierno y de la sociedad civil para prevenir el delito y la violencia en México”, actualmente financiado por el programa temático “Actores No Estatales en el Desarrollo” de la Unión Europea por un monto de 300 mil euros.