Una bolsita de té o saquito de té es una bolsa pequeña sellada de papel poroso, seda o nailon conteniendo hojas de té, por lo general finamente picadas, en la cantidad necesaria para preparar una única taza de la infusión.
La bolsita mantiene el té dentro mientras se hace la infusión, por lo que resulta más fácil retirar las hojas, realizando así la misma función que un infusor de té. Algunas bolsitas de té tienen unido un trozo de cordel con una etiqueta de papel en su extremos para facilitar su retirada y también identificar la variedad de té.
Después de disfrutar un delicioso té, no es necesario que tires la bolsita a la basura. Aprovéchala de varias formas prácticas:
- Remueve manchas de grasa en ollas y sartenes; solo llénalos de agua, pon las bolsitas usadas y deja reposar toda la noche.
- Elimina malos olores en armarios, refrigeradores o cestos de basura colocando bolsitas de té. Solo cámbialas cada semana para que el efecto perdure.
- Las bolsitas de té son perfectas para aliviar el acné, piquetes de insectos, o quemaduras de aceite.
- Evita que aparezcan hongos en tus plantas rociándolas con una mezcla de agua con bolsitas de té usadas. Además puedes usarlas como composta.
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Tradicionalmente las bolsitas de té han sido cuadradas o rectangulares. Más recientemente han llegado al mercado bolsas circulares o piramidales, y a menudo los fabricantes afirman que mejoran la calidad de la infusión. Esta afirmación, sin embargo, solo se sostiene con una preparación adecuada.
Una observación práctica en el desarrollo de la bolsita de té desde la forma tradicional hasta la circular y finalmente la piramidal es que la cantidad de adhesivo usada para cerrar las bolsas se reduce. Podría pues asumirse que el desarrollo no es para mejorar la calidad de la infusión sino para reducir el coste de producir las bolsas.