Son dos tipos de alimentación cuyo principal punto en común es el que ambas favorecen el consumo de productos de origen vegetal.
Una persona vegetariana mantiene una dieta por lo general baja en productos de origen animal y llega a consumir derivados como huevo, leche o queso. En este caso, se reconoce como alguien ovo-lacto-vegetariano.
En el caso de una persona vegana, la dieta implica el consumo estricto de vegetales y se opone claramente al de productos que conlleven cualquier tipo de sufrimiento animal. Por ejemplo, los veganos no comen huevo porque consideran que su producción involucra procedimientos abusivos contra las aves, lo mismo con los lácteos, ya que no apoyan la explotación del ganado.
La dieta vegetariana evita en lo posible productos de origen animal, mientras que la vegana es una filosofía de vida, la intención es mantener un régimen alimenticio estricto, basado en alimentos de origen vegetal, sin excepciones de ningún tipo; es esencial la compasión hacia los animales para evitar su sufrimiento, así como una preocupación por el cuidado del ambiente.
La mayor concentración de vegetarianos en el mundo se localiza en la India, donde 8 de cada 10 personas llevan este régimen alimenticio.