¿Sabías qué las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir problemas de salud intestinal? De acuerdo con una encuesta clínica sobre trastornos funcionales digestivos, 7.6% de la población sufre Síndrome de Intestino Irritable (SII) y en mayor proporción los casos corresponden a mujeres ¿Los culpables? Diversos factores, incluyendo las hormonas, pueden influir en el tránsito y sensibilidad intestinal, aumentando la predisposición a la distensión también conocida como inflamación abdominal.
Con las vacaciones de Semana Santa cada vez más cerca, es normal que este síntoma se convierta en una preocupación, sin embargo, no tiene por qué ser un obstáculo para disfrutar del sol, la playa y tu bikini favorito, ya que pequeños cambios en tu rutina pueden marcar una gran diferencia.
“Factores como la alimentación, el estrés, la falta de actividad física o el uso de antibióticos pueden generar desequilibrio de la microbiota intestinal, que se asocia con alteración del tránsito intestinal, exceso de gases, estreñimiento o diarrea, que a menudo se acompañan de distensión abdominal, una molestia común. Nuestra salud intestinal depende del equilibrio de los microorganismos que habitan en el intestino y participan en la digestión entre otras funciones, por lo que es indispensable adoptar hábitos sencillos, pero efectivos para ayudar a mejorar la salud intestinal y por ende reducir la distensión”, indicó la Dra. Ceriolith Tenorio Flores, Gastroenteróloga de la farmacéutica Alfasigma.

Para que te sientas ligera y cómoda durante tus vacaciones, te compartimos 5 tips efectivos para mejorar la salud intestinal y disfrutar de tu mejor versión.
- Ajusta tu alimentación: Evitar alimentos ultra procesados, harinas refinadas y exceso de azúcares te ayudará a minimizar el malestar y mejorar tu digestión. Elige incrementar el consumo de fibra a través de frutas, verduras y cereales integrales, que hacen el tránsito intestinal más eficiente. Si los lácteos te provocan síntomas hay suplementos con enzimas digestivas que te ayudarán a digerir este grupo de alimentos. Otro cambio que puedes hacer es disminuir el consumo de sal; esto te ayudará a prevenir la retención de líquidos, evitando la sensación de pesadez y promoviendo un mejor equilibrio en el organismo.
- Equilibra tu intestino con simbióticos: El intestino, conocido como el “segundo cerebro” juega un papel crucial en nuestra salud general. Cuando hay alteraciones en nuestra microbiota fecal y se asocia con trastornos en la interacción del cerebro y el intestino, sus efectos se reflejan en nuestro bienestar. Una forma eficaz de mejorar la salud digestiva en estos casos es incorporar simbióticos. Suplementos como Zir Fos NC combinan probióticos y prebióticos, favoreciendo el equilibrio de tu microbiota intestinal. Es recomendable seguir su uso al menos durante un mes. Esto no solo mejorará tu digestión, sino que también ayudará a reducir la distensión, contribuyendo a regular el tránsito intestinal y aliviar molestias comunes como el estreñimiento. Recuerda que es importante consultar a un especialista antes de incorporar cualquier suplemento a tu dieta.
- Hidrátate constantemente: Beber al menos dos litros de agua al día te ayudará no solo a mejorar el tránsito intestinal y sino a eliminar toxinas.
- Muévete más y dile adiós al estrés: Realizar ejercicio como caminar, correr o nadar de forma regular, al menos 30 minutos al día, es una excelente manera de mejorar la digestión, ya que estimula la circulación sanguínea, favorece el movimiento intestinal y ayuda a reducir la distensión. Además de esto, puedes incorporar actividades como meditación, respiración profunda o yoga, que no solo ayudan a relajarte, sino que también contribuyen a reducir el estrés y la ansiedad. Combinar ejercicio físico con técnicas de relajación tiene un impacto positivo en tu bienestar emocional y digestivo, promoviendo un intestino más equilibrado y saludable.
- Duerme bien: Aunque este punto no es novedad, debes recordar que la calidad del sueño es clave para el equilibrio general del organismo, y el sistema digestivo no es la excepción. La falta de sueño altera la producción de hormonas que regulan el apetito y el metabolismo, lo que puede provocar inflamación y afectar la digestión. Además, un descanso inadecuado eleva los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez contribuye a la retención de líquidos y la hinchazón abdominal. Para evitar estos efectos, procura dormir entre 7 y 8 horas de calidad cada noche. Establecer una rutina regular, reducir el uso de pantallas antes de acostarte y crear un ambiente propicio para el descanso son pasos clave para lograr un sueño reparador.

Estas vacaciones prepárate para sentirte increíble con estos sencillos cambios en tu rutina. No dejes que la distensión afecte tus vacaciones y disfruta al máximo de cada momento.
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