Trabajar desde casa se transformó en una rutina laboral que lleva todos los días al mismo escenario: la sala, el comedor, un escritorio en la habitación o un estudio, en el mejor de los casos.
Una encuesta realizada por Workana reportó que 40% de los profesionales entrevistados se sienten más ansiosos o deprimidos debido a la distancia social que provocó la pandemia de coronavirus.
Los gestores de talento o líderes de equipo tienen diversos retos para enfrentar la “nueva normalidad”, uno de ellos será implementar nuevos métodos en sus estructuras laborales que ayuden a disminuir la ansiedad, el estrés y depresión en sus empleados, así como pulir algunos procesos empresariales que durante la contingencia se vieron perjudicados como estar conectado más de 8 horas o trabajar durante el fin de semana. Por esa razón Workana recomienda tomar en cuenta estos tres puntos básicos que permitirán guiar por el camino positivo a los equipos:
Mantén y fomenta el diálogo. No dejes de realizar videollamadas, enviar mensajes o correos electrónicos que mantengan informados a los colaboradores y refuercen el sentimiento de equipo. Hay personas que se sienten cómodos con instrucciones y proyectos delimitados, para otros, estas acciones lo harán sentir inseguridad.
Comparte decisiones y noticias más allá de lo que se aclaró en una junta o se trató en el seguimiento de actividades, por ejemplo cambios estratégicos con un cliente, sentimientos positivos o negativos sobre acciones o felicitaciones públicas por logros alcanzados.
Refuerza los hábitos saludables. Es común que la sobrecarga de trabajo haya logrado que algunos límites se rebasaran, pero no es sano hacer de estas malas prácticas una costumbre. Vuelve al respeto de límites y privacidad del equipo, recalca que los días de trabajo a deshoras fueron necesarios, pero no es una actividad que deba fomentarse, ni continuarse.
Recuerden horarios y reglas para que el límite entre lo personal y lo profesional no desaparezca, esto permitirá recrear un ambiente seguro y confiable para que los colaboradores compartan las dificultades de su día y generen juntos las mejor solución posible. Si en el equipo hay profesionales con niños toma en cuenta que sus desafíos son otros y necesitan conciliar la demanda laboral.
Reconoce y empatiza. El trabajo es por sí mismo una rutina que genera hábitos en los colaboradores y el cambio causa reacciones diferentes en los empleados. Realizar home office en aislamiento es distinto a cualquier otra modalidad antes descrita y a partir de ahora el equipo vivirá en constante adaptación por lo que los líderes deberán recordar las personalidades de sus empleados, sus realidades y generar procesos más flexibles.
La prioridad del trabajador está en generar un equilibrio entre el empleo, las tareas domésticas, vivir con la familia y descansar. Es recomendable que se brinde a los empleados una serie de herramientas que los fortalezcan personalmente, por ejemplo: uno o dos viernes al mes ofrecer una clase en línea de meditación, baile o yoga para que se distraigan y liberen el estrés acumulado de la rutina diaria.
También, se pueden establecer metas de productividad que le permitan al trabajador tomar un día libre, sin que afecte a los resultados establecidos. Tener acciones fuera de lo laboral minimizan el estrés y la ansiedad, impulsarlas desde la empresa hace conocer al trabajador el rol clave que desempeña para ella.
Durante la pandemia la salud física y mental son la prioridad. Las empresas han tomado medidas diferentes para integrar a sus colaboradores a pesar de la distancia, sin embargo, cada organización tiene su esencia y a su vez los empleados cumplen con algo de ella. Recuperar o pulir procesos para integrar al equipo en el camino hacia la nueva normalidad puede resultar positivo para la empresa.