Una buena relación implica disfrutar de los alimentos que comes y disfrutarlos sin tener que pedirte permiso por ello. Además, se basa en las señales de hambre y no influye el estado emocional que tengas. No te juzgues, ni te sientas mal por comer ciertos alimentos, porque no existen ‘alimentos prohibidos’.
A la hora de consumir un alimento es muy importante estar completamente presente con todos los sentidos a la hora de comer y poner atención a qué comes, dónde, cuándo y cómo. Valeria Lozano, Fundadora de Instituto Hábitos nos comparte estos 7 pasos para lograrlo.
1. Agradece por los alimentos
2. Ten un espacio y horario adecuado para comer
3. Disfruta cocinar en casa
4. Durante el día, consume agua natural, la necesitas
5. Come despacio y disfruta los sabores naturales de la comida
6. Apaga: celular, tabletas, TV o cualquier distractor durante la comida
7. Observa tu plato: diversidad de colores, texturas y formas de cada alimento
Tener una alimentación consiente nos ayudará a evitar el sobrepeso, obesidad y la ingesta emocional.
También podemos identificar todo un abanico de emociones que queremos apartar o enterrar con la comida (soledad, vacío, tristeza, rabia, frustración, cansancio, aburrimiento, control excesivo, impaciencia, cólera, disgusto, ansiedad, estrés…).
En algunas ocasiones, la terapia es de gran ayuda para integrar estas emociones en nuestra vida, darles un sentido, y así poder transformarlas, por último, podemos incorporar la práctica de la meditación o el mindfulness cuando vayamos a comer, estando cada vez más atentos a las señales de hambre o de saciedad de nuestro cuerpo.
Todo ello con el fin de crear un espacio amoroso y compasivo dentro de nosotros, donde poder restablecer un vínculo saludable con los alimentos que en algún momento de nuestra vida se perdió o se vio dañado. Podremos recuperar la satisfacción de comer y sentirnos en paz.
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