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Finanzas personales para la nueva normalidad, ¿cómo ayudar a tu cartera a recuperarse?

Indudablemente, las afectaciones ocasionadas por la pandemia de COVID-19 han dejado en evidencia que mucho de lo que estábamos acostumbrados no volverá a ser igual. Esto implica también la forma en que solíamos manejar nuestras finanzas personales.  

En el mejor de los casos, ésta no es una situación por la que haya que inquietarse. Seguro ya has escuchado que todo momento desafiante también es una oportunidad. Principal, experto en soluciones financieras para el retiro, demuestra algunos aspectos básicos que te ayudarán a dotar de sentido lo anterior y entender por qué este es un buen momento para darle un giro a tus finanzas a favor de tu beneficio y el de tu cartera.  

Además de implementar nuevas prácticas que te lleven hacia una nueva forma de planear y utilizar tus recursos de acuerdo con tus posibilidades, estos consejos que nos brinda Principal te permitirán optimizar aquellos recursos con los que actualmente cuentas, con el propósito de acelerar tu recuperación económica y hacer frente a las posibles pérdidas. Para ello, es recomendable comenzar por:

1. Identificar nuevas prioridades

A partir de este momento, será decisivo replantear los gastos que tienes y buscar alternativas para incrementar su aprovechamiento. Considera que, tal vez, es buen momento para que el dinero que utilizas en gastos que no te dejan un beneficio propio, lo destines para invertir en un proyecto que sea tuyo; o definir un nuevo gasto fijo para la aportación periódica a un fondo de emergencia, el cual te ayudará a estar preparado para cualquier situación.

2. Eliminar los gastos que son innecesarios y no planeados

Habrás notado que muchas de las cosas que solías hacer pueden ser omitidas de tu rutina. Aprovecha esa oportunidad y mantente en el hábito de no caer en gastos que no se encuentran dentro de tus metas o signifiquen una prioridad, mejor conocidos como los “gastos hormiga”. Ese dinero puedes destinarlo en proyectos de mayor impacto, ¿qué tal terminar de pagar las cuentas que tenías pendientes? Así dejarás de cargar con ellas y evitarás que se incrementen con los intereses.

3. Lujos sin los que puedes vivir

Si eres de los que viven diciendo ‘para eso trabajo’ o ‘me lo merezco’ cada vez que haces un gasto, puede que tengas razón; pero este es el momento ideal para considerar otras frases o interrogantes que signifiquen un equilibro, como: ¿es una prioridad en este momento? Si la situación te lo permite, aprovecha y enfócate en adquirir cosas que sean realmente indispensables de frente a la situación y tus posibilidades actuales. Esto no significa dejar de satisfacer tus gustos, sino hacerlo de una forma mucho más racional. Que tus nuevos gustos extra se destinen, por ejemplo, a áreas como la salud y seguridad.

4. Ahorrar, ahorrar y no dejar de ahorrar

No permitas que situaciones como la actual te hagan dar un mal paso de nueva cuenta. Una vez que hayas establecido tus metas prioritarias, no olvides incluir tu futuro dentro de éstas. Considera el ahorro como una alternativa y materialízalo con diferentes herramientas, por ejemplo, a través de las aportaciones voluntarias en tu cuenta individual de Afore. A lo largo de la vida no estamos exentos de imprevistos y, por supuesto, de llegar al retiro, por eso es importante estar preparado y hacerles frente de la mejor manera una vez que lleguen.

Además de ofrecerte la oportunidad de tener un mejor retiro, contar con una cuenta individual de Afore brinda otros beneficios de los que puedes apoyarte en temporadas complicadas; por ejemplo, el retiro por desempleo. Luego de cumplir con determinados requisitos, si es tu caso, puedes solicitar un adelanto de tus propios recursos ahorrados y destinarlos a necesidades inmediatas.

Es momento de poner un alto al impacto que la situación actual ha dejado en tus finanzas, y dar paso a nuevos hábitos. Inicia tus planes desde hoy y no permitas más desgaste a tu bolsillo, recuerda que prevenir es no lamentar.

La mayoría de las iniciativas puedes comenzarlas por tu cuenta, considerando elementos cotidianos. La prioridad y la importancia la establecerás tú, con base en tus necesidades y posibilidades inmediatas. No olvides que también cuentas con la ayuda de expertos, como en Principal, para decidir de forma personalizada posibles rutas de acción; tomando en cuenta tus objetivos, las oportunidades y tus posibilidades.

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