Los “gastos hormiga” son conocidos por ser pequeños gastos diarios o regulares que, por su precio suelen pasar desapercibidos, por ejemplo el café de la mañana, el servicio de transporte privado, las propinas o las suscripciones a plataformas de streaming, pero ¿realmente son un problema?
Cuando hablamos de esas compras pequeñas creemos que es algo negativo, sin embargo, si se realizan de manera consciente, se toman en cuenta los ingresos mensuales, comprar ese snack es una decisión pensada y sabemos que no va a desequilibrar nuestra economía, no se vuelven un problema para el bolsillo.
Entonces, ¿en qué momento estos gastos se convierten en un inconveniente? “Los gastos hormiga si no son compras pensadas que están dentro de nuestro presupuesto mensual y les destinamos cierto porcentaje de dinero, pueden afectar la capacidad para cubrir otras categorías importantes como: atención médica, la renta de la casa, el ahorro o hasta el pago de deudas, entonces es cuando se convierten en un problema serio”, señala Alberto Martínez, asesor en inversiones y fundador de la firma de inversiones inmobiliarias DIAM.
De acuerdo con una estimación que realizó PROFECO, se puede llegar a destinar entre 70 y 133 pesos diarios a los gastos hormiga, hasta aquí parecen costos bajos que se logran cubrir, pero si se realizan de manera diaria, al mes representaría entre mil 400 y 2 mil 600 pesos, al año se estarían gastando desde 16 mil a 32 mil pesos, esta cantidad la podrías utilizar para el seguro del auto o de un servicio indispensable como el gas o la luz.
Es necesario tomar el control de estas compras para que a largo plazo no afecten tu economía y ese gasto que realizaste de manera regular la disfrutes al máximo. Para iniciar con la planeación, los especialistas de DIAM, firma de inversiones inmobiliarias te recomiendan contestar las siguientes cuatro preguntas y evaluarlas dependiendo de tu estilo de vida para que te puedas dar ese “gustito”, pero sin sacrificar tu salud financiera.
- ¿Al final de mes llegas con una cantidad justa de dinero y desconoces el por qué? Si después de cubrir tus gastos básicos y separar una parte al rubro del ahorro e inversión o de alguna deuda te queda una cantidad regular al mes, puedes destinar algo a ese antojito, pero si no sabes a dónde se fue tu sueldo, es mejor no caer en la tentación y empezar a realizar un seguimiento puntual de tus gastos. Lleva un registro detallado de todos tus ingresos y egresos, incluso los que parecen inofensivos como comprar una botella de agua, de esta manera sabrás cuánto puedes destinar a los gastos hormiga.
- ¿No puedes identificar entre los gastos básicos de los que sólo son gustos? Dentro de tu presupuesto ya integraste una categoría especial para destinar cierta cantidad a esos gastos menores, por ejemplo, comprar un café por las mañanas y puedes prescindir de ellos cuando lo requieras, ahí no hay problema. En cambio, si realizas compras compulsivas creyendo que deberías tener ese artículo, comes en restaurantes con frecuencia o piensas que es necesario tener más 3 de suscripciones a plataformas de streaming aunque sólo utilices una, es importante empezar a identificar aquellos gastos hormiga que son gustos y podrías reducir, antes de comprar ese artículo o de contratar el servicio reflexiona si en verdad lo necesitas, si está dentro de tus necesidades básicas y si no lo adquieres qué tanto te podría afectar en tu calidad de vida, estas preguntas te ayudarán a conocer si es un gasto por impulso.
- ¿Los gastos hormiga que realizas van conforme a tu presupuesto actual? Como se ha señalado, el no tener control con los gastos pequeños puede llegar a desequilibrar las finanzas personales. De vez en cuando no está mal unas papas o refresco, pero si al hacer la suma de todos estos gastos representan un porcentaje mayor del 15% de tu salario, lo mejor es disminuir su consumo. Este cambio en los hábitos de compra no se realiza de la noche a la mañana, pero si ya observas que son muy altos, haz un análisis de tus finanzas para tener una idea clara de cuánto puedes permitirte gastar en ese tipo de compras.
- ¿Llevas un control de tu economía? Recuerda que unas finanzas personales sanas empiezan con una buena planeación de un presupuesto. Cuando tengas un ingreso divídelo inmediatamente entre tus necesidades básicas, a una inversión o ahorro y puedes dejar un parte para tus gustos personales. Es importante que el monto para el ahorro e inversión no lo dejes con el dinero que sobra, destina una cantidad a ese rubro cuando te realicen el pago de la quincena o mes, de esta manera los gastos hormiga no se comerán esa suma que te ayudará a tener un fondo de emergencia o realizar una inversión para hacer crecer tu dinero.
Para finalizar, el directivo de DIAM destaca la importancia de saber administrar de manera correcta el dinero, “una buena salud financiera te permitirá no solamente llegar sin estrés a fin de mes, sino que te dará esa tranquilidad de poder comprarte algún antojo sin que estos gastos hormiga se conviertan en un verdadero problema al quitarte gran parte de tus ingresos, por eso es importante identificarlos y tener un presupuesto para controlar esas compras”.