El virus que causa la enfermedad COVID-19 está mutando. Estudios preliminares sugirieron que la mutación de la proteína pico G-614 alberga una característica que permite que el virus infecte más fácilmente las células y, por lo tanto, se propague más rápidamente.
Una mutación que acelera la propagación de la infección podría explicar por qué el nuevo coronavirus, conocido también como SARS-CoV-2, se ha movido tan rápidamente a través de América del Norte y Europa, donde predomina la versión mutada G-614. La versión original del virus, D-614, se vio más ampliamente en China y otras partes de Asia.
¿Con qué frecuencia mutan los virus?
Hay dos tipos de virus en el mundo: los virus de ADN, que contienen dos cadenas idénticas de información genética, y los virus de ARN, que contienen una sola cadena. Como la influenza, el SARS-CoV-2 es un virus de ARN, los cuáles de acuerdo con expertos, es imposible que no muten.
“Las mutaciones significan cambios genéticos en el virus. Esas mutaciones cambian el virus y pueden hacer que sea menos severo, más severo o que no haya cambios,” explicó el Dr. S. Wesley Long, profesor asistente de patología y medicina genómica del Hospital Houston Methodist.
Los virus de ARN no sólo mutan, sino que también mutan fácilmente. Los virus de ADN tienen dos cadenas de información genética, por lo que una mutación en una cadena se puede detectar y eliminar rápidamente. Con solo una hebra de información genética, el ARN no tiene un mecanismo interno de verificación de datos y las mutaciones permanecen y se multiplican.
A medida que los virus pasan a través de los seres humanos, más posibilidades tienen de mutar. El SARS-CoV-2 en realidad muta con menos rapidez que el virus de la influenza, pero, a estas alturas, ha pasado por tantos huéspedes y se ha replicado tantas veces que existen cientos, miles o incluso más mutaciones. La gran mayoría de estos son fallas genéticas y se quedarán en el camino, de acuerdo con expertos.
¿Qué tiene de diferente la mutación G-614?
La mutación G-614 posee un cambio en un aminoácido y es la que ha llamado la atención de todos. Afecta a la proteína pico, la cual es la llave para que el virus ingrese a las células huésped. Una nueva investigación sugiere que la proteína pico que lleva esa mutación podría tener más éxito en infectar células huésped, explicó el Dr. Long. Una vez en la célula, el virus tiene oportunidad de reproducirse y mutar.
Sin embargo, ninguna de las investigaciones, hasta ahora, han indicado que el virus mutado causará una infección más severa.
“Es importante recordar que el COVID-19 con esta mutación ha sido común en Estados Unidos y Europa desde marzo, y no hay absolutamente ninguna evidencia de que esta mutación o cualquier otra mutación haga que una cepa particular de COVID-19 sea más severa o mortal”, concluyó el Dr. Long.