Cada vez es más común oír sobre las “alergias alimentarias” pero… ¿Sabes realmente qué son? ¿Cómo cuidarte ante este problema? ¿Qué evitar si las presentamos?
Por Dra. María de los Ángeles Ahedo Santos
Las alergias alimentarias se producen porque el sistema inmune del cuerpo reconoce ciertas proteínas de los alimentos como una amenaza y las ataca. La reacción puede producirse de forma inmediata o tardar en aparecer entre 4 y 48 horas y sus síntomas son muy variados, desde urticarias, sarpullido, inflamación de la lengua o labios y calambres abdominales, hasta síntomas mas graves como vómitos o diarrea, inflamación de la garganta, dificultad para respirar e incluso, en casos extremos, hasta la muerte.
Hay que aprender a distinguir entre alergias e intolerancias. Las intolerancias son mucho mas frecuentes y ocurren cuando el cuerpo no puede digerir totalmente ciertos alimentos. Éstas no están mediadas por el sistema inmune, sino que se deben a daños en el intestino o procesos digestivos defectuosos.
Los síntomas de las intolerancias alimentarias pueden ser similares a algunos de los síntomas de las alergias alimentarias, como calambres o diarrea, pero son mucho menos agudos. En la alergia, la más mínima cantidad de alimento puede desencadenar la respuesta.
Aunque existen más de 160 alimentos que pueden provocar reacciones alérgicas en las personas, los enlistados a continuación son responsables del 90% de estas reacciones y constituyen la fuente de la que se derivan muchos otros ingredientes:
- Leche y productos lácteos por la caseína. (La lactosa, puede causar intolerancia)
- Huevo y productos de los huevos
- Pescado y productos pesqueros
- Crustáceos y sus productos
- Nueces de árboles y sus derivados
- Cacahuates y sus productos
- Soya y sus derivados (excepto el aceite de soya)
- Cereales que contienen gluten: por ejemplo, trigo, centeno, cebada, avena, y productos de éstos
- Sulfito en concentraciones de 10 mg/kg o más.
¿Cómo saber si un producto está libre de alérgenos?
De acuerdo a la normatividad mexicana, en las etiquetas de los alimentos se deben declarar todos los ingredientes que causen hipersensibilidad, intolerancia o alergia. Hay muchas formas de encontrarlos en la lista de ingredientes: ya sea utilizando el nombre común del alérgeno, seguido de la fuente alimenticia entre paréntesis, por ejemplo: “lecitina (soya)”, “harina (trigo)”, “suero (leche)”. O puede haber una lista de ingredientes llamada “Contiene” o “puede contener”, con la lista del nombre de la fuente alimenticia del cual el alérgeno se deriva, por ejemplo: “Contiene: Leche, Trigo y Soya”.
Actualmente, se encuentran en el mercado múltiples productos que han eliminado el componente alergénico que tenían, en sus etiquetas encontrarás frases como: “Sin gluten” o “sin lactosa”.
Al seleccionar y comprar tus alimentos, asegúrate de leer cuidadosamente la lista de ingredientes de la etiqueta de los alimentos ya que es una excelente costumbre, y lo es mucho más cuando se trata de evitar reacciones alérgicas