Con el estreno en Netflix de la serie ¡A ordenar con Marie Kondo! miles de personas están dispuestas a deshacerse de la mitad de cosas que guardan en su casa. Esta gurú del orden, quien también cuenta con un exitoso libro, nos aconseja cómo poner orden en tu mundo exterior desde tu interior.
Es japonesa, es una de las 100 personas más influyentes del mundo, su mérito es que enseña la gente a poner orden en su casa… y de paso su vida. Básicamente pone orden en la casa de medio mundo. Su libro, “La magia del orden: herramientas para ordenar tu casa… ¡y tu vida!”, la puso en el mapa y bajo la lupa de millones de personas que quieren mejorar pero no saben por dónde empezar, a través de sus conferencias y consejos en Internet se posicionó rápidamente como la gurú y experta en la materia del orden.
Marie Kondo se unió a Activia para invitar a otras mujeres para que se unan a la iniciativa vivirensyn.com para vivir en sincronía armonizando mente, cuerpo y emociones de millones de mujeres en el mundo. Desde Japón nos platica sobre la importancia del orden y cómo todo lo positivo a nuestro alrededor comienza desde el interior.
–Marie, ¿cómo es que el ser ordenados puede influir en nuestras vidas diarias?
Estar en equilibrio es sumamente importante, tanto mental, como físicamente, es un instinto del ser humano. Mi consejo para una vida feliz es justamente la organización, si organizas tu casa, entonces te organizas a ti mismo, cuando organizas tu entorno, también en tu interior estarías limpiando y sanándote. En este tiempo he comprobado que la mayoría de la gente que vive en un ambiente ordenado, es más feliz.
– Hay ciertos objetos que nos dieron felicidad en otro tiempo, hoy están acumulamos por toda nuestra casa y pueden ser parte del desorden, los guardamos por el valor sentimental, ¿Cómo podemos lidiar con eso?
El apego puede ser dañino. La mayoría de la gente tiene sentimientos especiales hacia ciertos artículos que los hicieron felices, pero hoy ya no. Si estás rodeado de este tipo de cosas que ya no te hacen feliz, te sentirás incómodo porque tu espacio vital se reduce por destinarles un espacio y, claro, el orden no será fácil de encontrar. Guardar cosas que no necesitas además de hacerte sentir incómodo en tu entorno y en tu espacio, también te causará conflicto en tu vida, porque ya no estarás seguro de qué es lo más importante para ti. Con tantas cosas “importantes” no sabrás lo que realmente necesitas.
– ¿El desorden en nuestra vida diaria afecta nuestra alimentación?
Sí. Para empezar, si tienes muchas cosas en desorden alrededor del lugar donde comes, las probabilidades de que haya más polvo, aumentan y si comemos en ese ambiente, nuestros alimentos pueden verse afectados. Además el orden no sólo debe ser en el exterior, tener ordenado nuestro refrigerador también es importante, no pensemos en el refrigerador como en una bodega adicional de la casa. Saca toda la comida que ya no sirva o que está caduca, deja sólo lo que necesites y clasifica el interior, un área para lácteos, otra para carnes, verduras, etc. De esta forma siempre sabrás qué te falta y qué te sobra.
– Poner orden en el refrigerador puede sonar sencillo, pero cómo poner orden en nuestra vida diaria, ¿por dónde empezar?
Todo tiene una relación desde el interior. No se puede tener orden afuera si no se tiene orden adentro, si tuviera que comenzar a ordenar la vida, sería desde el clóset. Un consejo que siempre doy es sacar toda la ropa y apilarla en un mismo lugar. Tomar cada prenda, inspeccionarla y ver si aún la queremos conservar y por qué. Sólo así te darás cuenta de cuánta ropa tienes y cuánta necesitas. Después podrás ir por los papeles, los libros y poco a poco vas avanzando hasta que comienzas a ver todo con más claridad, no sólo en tu interior sino en tu entorno.
– ¿Qué opinas de la iniciativa Vivir en Sync?
Me uní a este iniciativa porque es un concepto con el que me identifico, si comienzas a estar bien desde tu interior, lo vas a externar. Como decía al inicio de la entrevista, el ser humano siempre busca el equilibrio, casi por instinto, es por ello que el desorden nos hace infelices, si en nuestro interior no hay orden, difícilmente lo habrá afuera.
