El México moderno no sería el mismo sin las asombrosas creaciones de Pedro Ramírez Vázquez, que nació y murió el mismo día, el 16 de abril, de 1919 a 2013. Era de la colonia Guerrero y egresó de la UNAM. El arte de sus construcciones ha trascendido a todo el mundo.
Museo Nacional de Antropología (1964)
Con Ramírez Vázquez colaboraron los arquitectos Rafael Mijares y Jorge Campuzano. Tardó en construirse 19 meses. Su fuente en caída libre hace homenaje a Tláloc y su patio recuerda a la Calzada de los Muertos de Teotihuacan.
Estadio Azteca (1966)
Se construyó en el ejido de Santa Úrsula, sobre la calzada de Tlalpan. Tiene capacidad para unos 87 mil espectadores. Ramírez Vázquez lo proyectó con Rafael Mijares y ganó un concurso gracias a su techo volado, que no estorba la visibilidad desde ningún punto.
Basílica de Guadalupe (1976)
Proyectada con José Luis Benlliure y Gabriel Chávez de la Mora, se construyó ante una probable visita del papa Paulo VI a México. El Pontífice nunca la conoció. Quién sí la visitó, en 1979, fue Juan Pablo II. Le gustó tanto que diez años después le pidió a Ramírez Vázquez que hiciera la Capilla Guadalupana en la Ciudad del Vaticano.
Museo del Templo Mayor (1987)
Su creación fue consecuencia de las excavaciones arqueológicas de 1978, cuando se encontró la importante escultura de la Coyolxauhqui. El proyecto honra a dos divinidades mexicas: Tláloc y Huitzilopochitli. Desde que abrió sus puertas, el 12 de octubre de 1987, ha recibido a unos trece millones de visitantes.