El papel parece totalmente inofensivo, pero cualquiera que haya rellenado la fotocopiadora u hojeado un libro demasiado rápido sabe que este humilde material alberga un profundo y oscuro secreto.
De acuerdo con Xataka y con una mirada a la composición del papel a nivel microscópico, el papel actúa en la herida como si de una lija se tratase, además, según parece, también deja pequeñas fibras y residuos químicos que favorecen una irritación de la herida mucho mayor.
Aunque no lo parezca con sus líneas rectas, blancas y nítidas, el papel es muy rugoso a nivel microscópico. A diferencia del afilado cuchillo de metal el papel actúa en la herida como si de una lija se tratase y eso, claro está, es mucho más abrasivo para las células y las terminaciones nerviosas.
Con información de BBC y Xataka.