El uso constante, el sudor, el roce con otras prendas, entre otros factores, puede hacer que tu ropa adquiera un tono amarillento, sobre todo en aquella que es blanca.
Para evitarlo te compartimos algunos consejos:
Vinagre: Combina una taza de este líquido con tu detergente de siempre, y lava como de costumbre. Tu ropa quedará más blanca.
Bicarbonato: Basta con media taza y tu detergente favorito para que el color amarillo se vaya. Si alguna prenda tiene una mancha mayor, pon un poco de bicarbonato con limón directamente y deja reposar antes de lavar.
Limón: Para mantener tu ropa más blanca, hierve un litro de agua con el jugo de dos limones y remoja tus prendas por media hora. Luego talla en las partes más afectas antes de lavar completamente.
Elige alguna de las tres alternativas que te compartimos y ponla en práctica, pero toma en cuenta que es un proceso que no puedes repetir con mucha frecuencia porque podría tener un efecto de desgaste en tus prendas. Una vez será suficiente para mejorar el aspecto de tu ropa. Si más adelante es necesario, repite el proceso pero cuando hayan transcurrido alrededor de tres meses como mínimo.
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