El miércoles pasado, en la audiencia general celebrada en el aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco criticó el hecho de que se cobre por dar misa.
En una declaración particularmente polémica, el Pontífice especificó:
“La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo que es gratuito”
Estas declaraciones no vienen de cualquier parte: es evidente que en todo país predominantemente católico “ha habido, hay y habrá curas que cobran por dar una misa”.
En México, en particular, se cobra por todas las misas especiales bajo encargo: bodas, funerales, bautizos y confirmaciones, entre muchas otras.