En esta época invernal la salud de las mascotas es vulnerable a enfermedades respiratorias, principalmente; sin embargo, debemos contemplar también un problema que se vuelve crónico: sus articulaciones.
Por: Gonzalo Caballero y Linnet Luna, asesores técnicos para la Comunicación Científica de Royal Canin.
La osteoartritis es resultado de una degeneración en el cartílago articular de los perros o gatos que se convierte en un problema crónico e irreversible, pero controlable. Existen dos clasificaciones: la primera es por causas naturales como la genética, la vejez o el desgaste propio causado por el tamaño del animal. La segunda, es a causa de la recuperación de alguna cirugía, el estrés, alguna lesión durante la actividad física o por un problema de obesidad (dado que la articulación soporta más peso del indicado).
Si bien muchos piensan que el problema articular se da mayormente en perros o gatos que están en edad avanzada o que en ellos evoluciona de forma más rápida; también es común que los perros de talla grande o gigante como el Rottweiler, el Pastor Alemán, el Labrador, el Gran Danés o el San Bernardo tengan tendencia a este padecimiento, sin importar la edad que tengan.
Las molestias de este padecimiento, al igual que en los humanos, se evidencian más en época de frío debido a que la inflamación está relacionada con la temperatura, cuando ésta es baja, las articulaciones quedan desprotegidas y aumenta el dolor. Las articulaciones más propensas a dolor son las del hombro, el codo, la cadera o la columna.
Los signos que pueden presentar las mascotas con osteoartritis varían dependiendo del grado de avance del problema. Sin embargo, se debe prestar atención a cualquiera de los siguientes síntomas:
- No se mueve como acostumbra, es decir, le cuesta trabajo realizar actividades sencillas como levantarse o subir escaleras.
- Se aísla, buscando lugares cálidos y escondidos.
- Presenta oscurecimiento en la articulación afectada.
- Se acicala mucho más de lo normal, sobre todo en el caso de los gatos.
- Pierde el apetito.
- Evita desplazarse de un lugar a otro, incluso en su propia casa.
- Se pone agresivo o gime debido al dolor que tiene
- Cojea al caminar.
Un factor clave para las mascotas con osteoartritis es la alimentación, ya que puede ayudar que la enfermedad se presente en una etapa más tardía. Es importante que el alimento que le proporciones a tu mascota contenga nutrientes especializados para la protección articular como polifenoles de té verde, que tienen un efecto antioxidante; colágeno hidrolizado que es capaz de regenerar la matriz del cartílago o curcumina que funciona como antioxidante y antiinflamatorio a la vez; sulfato de condroitina y glucosamina que nos ayudan a regenerar el cartílago. Si tu perro o gato ya presenta el problema, existen marcas que tienen alimento específico como Advance Mobility de Royal Canin, el cual tiene la función de ayudar a minimizar el dolor articular y evitar que se siga desgastando el cartílago, además de que estimula la producción de células que generan nuevo cartílago.
Además del alimento, también puedes considerar algunas acciones para protegerlo :
- Proporcionarle una cama o cobija en la cual pueda descansar. Evita que se eche en el piso o superficies frías.
- Adquirir una casita de perro en la que pueda resguardarse, sobre todo si la mascota pasa mucho tiempo en el patio o jardín.
- Pasearlo en superficies más blandas como el pasto.
- Sacarlo en horarios con clima templado, evita pasearlo cuando la temperatura es muy baja como las primeras horas de la mañana o muy noche.
- Mantenerlo hidratado.
Si su problema ya está desarrollado puedes ayudarlo con algún protector articular ortopédico, disponibles en tiendas especializadas. Los cuales ayudan a mantener cubierta y cálida la articulación.
Recuerda que antes de auto diagnosticarlo, debes llevarlo al veterinario, quién seguramente te orientará sobre cómo controlar los síntomas y te ayudará a mejorar su calidad de vida.