Perros y gatos no solo forman parte de las “nuevas familias mexicanas”, sino que también han llegado a robar nuestro corazón, y no hay que omitir que también han robado nuestros zapatos, ropa y hasta nuestra comida.
De acuerdo con el Estudio Nacional de Bienestar Autorreportado, realizado por el INEGI en 2021, más del 87% de los mexicanos siente un amor y simpatía en constante aumento por sus animales de compañía, mientras que para las generaciones jóvenes, especialmente en las mujeres, una mascota es tan importante como un novio o la familia, tomando un lugar fundamental para el bienestar de la nueva sociedad mexicana, según datos de la IAB.
Ante un país cada vez más pet lover y cuyo amor y respeto a los animales no se hacen esperar, es necesario hablar de un tema cotidiano pero poco tratado: ¿Qué hacer si mi mascota muere? Desafortunadamente nuestros compañeritos no son eternos y su esperanza de vida es mucho menor a la del ser humano, siendo las enfermedades infecciosas, vejez y envenenamiento los riesgos de muerte más comunes en su especie. De acuerdo con datos de la Universidad de Hawái, la pérdida de una mascota puede causar un duelo de al menos 6 meses en el 30% de los dueños, mientras que el 12% viven un proceso traumático con consecuencias en la salud emocional, causando tanto dolor y llanto como la de un ser querido, por lo que aprender a gestionar el dolor y la muerte de nuestro peludito es muy importante para vivir un duelo sano.
Para hablar sobre este tema, Alejandra Carmona, CEO de Naturale Mascota y experta en cuidado de animales domésticos nos cuenta cómo afrontar el duelo por una mascota:
- Aceptar el presente: La muerte es parte de la vida y esto también aplica con nuestros peluditos, quienes tristemente viven menos tiempo que nosotros. Su partida puede representar un choque de emociones que traigan consigo una serie de días difíciles. Es importante no acelerar el proceso pues es un periodo de duelo que debe vivirse; aceptar que tras su muerte habrá una serie de transformaciones en tu rutina resulta indispensable para adaptarte a tu nueva realidad.
- Permitirte llorar: También conocido como duelo incomprensible o duelo ignorado, el dolor tras la pérdida de una mascota suele ser poco atendido al no tratarse de “una vida humana”. La realidad es que perder a una mascota puede impactar gravemente a la salud emocional y física de los dueños. Aceptar que llorar está bien y que el dolor solo es el amor tomando nuevas formas te ayudará a pasar por esas semanas donde la nostalgia y la nueva vida alrededor comience a tomar forma.
- Buscar apoyo profesional: Perder a alguien tan amado como lo es una mascota es traumático, por lo que hoy en día existen terapias de acompañamiento de duelo y rituales de despedida tras la muerte o enfermedad de un peludito que pueden ayudar a las familias o parejas a fortalecerse tras su pérdida. De acuerdo con la CEO de Naturale Mascota, quienes ofrecen sesiones para combatir la pérdida de una mascota, vivir un duelo con ayuda profesional o espiritual con los expertos permite tener días más entendibles, un proceso sano de despedida y gestionar mejor los choques de emociones que se pueden presentar durante el periodo de recuperación y despedida en animales con enfermedades terminales.
- Decir adiós: Durante el duelo no existe una fecha estimada para decir que el luto ha terminado o que ya no existe más tristeza, pues las emociones vienen y van durante días buenos y malos. Aprender a decir adiós no significa que una mascota ya no será recordada y mucho menos extrañada, pero sí que el proceso ha mejorado y que estamos listos para rendirles un homenaje. Ya sea con un tatuaje, una pintura, una placa en su lugar favorito o simplemente recordándoles día a día y con mucho amor. Mantenerlos siempre en el corazón ayudará a sanar las heridas que no sabíamos que existían.
Las mascotas son más que animales de compañía, se vuelven mejores amigos, compañeros de aventuras, entrenadores, catadores de comida, reparadores de zapatos y verificadores de nuevos juguetes, por lo que despedirlos tras su muerte, tomarnos un tiempo y permitirse llorar nos ayuda a procesar de mejor manera su partida y recordarles siempre con amor y mucha felicidad.