Los malos hábitos cotidianos influyen mucho en el desgaste de la vista. Se puede mejorar la visión si diariamente cuidamos más a nuestros ojos y dejamos de hacer cosas que los lastiman.
“Hay hábitos muy sencillos que se pueden poner en práctica, como cuidar los tiempos frente a las pantallas, usar gafas de sol en momentos clave, dejar de fumar, entre otros”, explica la Dra. Ainhoa de Federico, experta en educación visual y fundadora de Volver a Ver Claro.
El estilo de vida ayuda a prevenir muchas enfermedades y modificar hábitos, aunque requiere de trabajo y esfuerzo, es una gran manera de mejorar la calidad de vida y la salud visual. Ainhoa de Federico ayuda a que nuestros ojos estén en óptimas condiciones dejando malos hábitos que podrían parecer inofensivos.
1) Fumar
Fumar es de los peores hábitos para la salud en general, para el cuerpo, los ojos, y los órganos, entre otras cosas. El humo del cigarro tiene miles de químicos tóxicos que deterioran al organismo, especialmente a los pulmones, pero estos no son los únicos afectados.
El globo ocular cuenta con pequeños y delgados vasos sanguíneos que fácilmente se pueden colapsar bajo los efectos de la nicotina. Esto disminuye el aporte de nutrientes a los ojos, también acelera el envejecimiento y el riesgo a padecer degeneración macular asociada a la edad, ojo seco y cataratas.
Las consecuencias de fumar a largo plazo pueden ser: la visión central se vuelve más borrosa, cada vez se necesita más luz para ver las cosas, las líneas rectas se ven borrosas y onduladas, se vuelve más difícil reconocer rostros. Dejar de fumar es una garantía de que cuerpo y la vista dejen de deteriorarse.
2) Pasar mucho tiempo frente a pantallas
El uso de computadoras, tabletas y teléfonos inteligentes se ha convertido en algo común en la vida de muchas personas. En el trabajo y en la casa es frecuente que miremos pantallas para realizar múltiples actividades.
Todas las horas que dedicamos a las pantallas trae múltiples consecuencias para nuestra vista, como: errores de refracción, y síntomas crónicos de ojo seco.
Como en la actualidad es casi imposible no usar pantallas lo que podemos hacer es reducir el tiempo frente a las pantallas y establecer descansos programados. Hay que procurar mirar cada 20 minutos fuera de la computadora durante 20 segundos y enfocar algo que esté a 6 metros de distancia. Esto con la finalidad de relajar la acomodación sostenida en visión cercana y reducir el estrés visual inducido por la pantalla.
También el uso de pantallas inhibe el parpadeo, lo que deja los ojos secos. Es importante recordar parpadear con frecuencia, cada 2-3 segundos. Una forma de propiciar el parpadeo consiste en parpadear rápidamente por 30 segundos con ligereza y eso deja la tendencia a seguir parpadeando.
Cuida la respiración, la buena postura y la conciencia del entorno mientras estamos frente a una pantalla, así como instalar filtros virtuales y físicos a la pantalla también disminuye sus efectos negativos.
3) Mal uso del maquillaje
El mal uso del maquillaje de ojos, como máscara de pestañas y sombras, pueden aumentar la posibilidad de contraer infecciones oculares o reacciones alérgicas. El maquillaje caducado puede causar reacciones alérgicas y procesos inflamatorios en los ojos. Lo mismo sucede con las marcas de mala calidad, que pueden ocasionar desde ojo seco hasta una conjuntivitis, pasando por orzuelos.
Hay que optar por cosméticos de marcas reconocidas que vengan en su empaque original y con sellos de seguridad, libres de parabenos, formaldehído y retinoides. Por ninguna razón se debe prestar el maquillaje, ya que de esta manera es más fácil propagar infecciones.
Antes de dormir hay que retirar todo el maquillaje para evitar obstrucciones glandulares durante la noche y posibles infecciones. La consecuencia más común de no quitarse el maquillaje de los ojos son los orzuelos, unos bultos dolorosos que crecen en la base de las pestañas o debajo del párpado.
4) No usar gafas de sol cuando es necesario y usarlas en exceso cuando no lo es
Los ojos necesitan luz para ver y necesitan el conjunto del espectro de luz solar de forma balanceada para mantener una buena salud.
Si pasas excesivo tiempo en interiores y tus ojos no están suficientemente expuestos a la luz roja del amanecer y el atardecer, entonces la exposición a los rayos solares UV sin protección en los ojos puede causar daños oculares severos. Los rayos ultravioleta son dañinos para los ojos cuando tu retina no está saludable por no haber tenido suficiente exposición a la luz roja natural. Pero también son necesarios para sintetizar la Vitamina D.
Una práctica que permite que tus ojos se acostumbren progresivamente a la luz solar y a sus beneficios es el asoleo: con los ojos cerrados orienta tu nariz hacia el sol y balancea suavemente tu cuerpo y tu cara para que tu retina reciba el estímulo y para que tu iris recobre su capacidad natural de abrir y cerrar la pupila en función de la intensidad del sol.
Si haces esto necesitarás menos usar las gafas de sol y además aumentarás tus niveles de vitamina D, tan necesaria para la salud. El asoleo favorece la recuperación de errores refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia) y también previene y mejora de las condiciones de cataratas o degeneración macular.
Ahora bien, si no haces asoleo y vas a exponer repentinamente tus ojos al sol intenso del mar y la playa, puede tener sentido usar gafas de sol, en ese caso asegúrate de que sean compradas en una óptica de buena calidad y que lleven filtro UV. Una alternativa es usar gafas de rejilla, que también quitan el exceso de brillo, mientras permiten entrenar tus ojos a ver mejor.
Si eres piloto, o vas a esquiar o conduces al atardecer frente al sol, entonces las gafas de sol son necesarias. Si vas a esquiar asegúrate de que sean no polarizadas para poder distinguir el hielo.
En el resto de situaciones es preferible usar sombrero, ponerse a la sombra y/o parpadear más para permitir a los ojos disfrutar de los beneficios del sol sin sus inconvenientes. Y por encima de todo prestar atención a las señales del cuerpo respecto a las dosis de sol y de sombra.
5) Frotarse constantemente los ojos
Si se frotan los ojos constantemente y con fuerza se corre el riesgo de lesionar la córnea. También aumentan las posibilidades de presentar el síndrome del ojo seco. Frotarse ocasionalmente los ojos está bien, pero no hay que hacerlo con brusquedad, ni con mucha frecuencia. Frotarse los ojos, junto con las cirugías refractivas son la primera causa de desarrollo del queratocono, una grave afección de la córnea que amenaza con romperla.
“Muchas veces es difícil darnos cuenta de que cometemos estos errores de forma cotidiana, pero no son tan difíciles de evitar y ayudarán a mantener los ojos saludables”, concluyó Ainhoa de Federico, experta en educación visual y fundadora de Volver a Ver Claro.
Sobre Ainhoa de Federico
Es Doctora, Profesora-Investigadora en la Universidad de Toulouse, Francia. Co-fundadora y ex Directora del Máster de Educación en Salud donde ha enseñado su Método Volver a Ver Claro por años y actualmente Directora del primer Diplomado Universitario del mundo para formar a Coaches Visuales: los profesionales de la visión natural en el Centro Internacional de Coaching Visual, que también dirige en la Universidad Internacional en Desarrollo Humano y Liderazgo, México.
Su camino con la Visión Natural comenzó por sus propios problemas de la vista. Ha logrado liberarse de hasta seis síntomas de la vista, en tres ocasiones diferentes de su vida. Su Método Volver a Ver Claro ha recibido diversos premios avalando su calidad y cuenta con un Doctorado Honoris Causa por su impacto social a nivel mundial con el Volver a Ver Claro online. Su deseo más profundo es, junto con su equipo, inspirar a 20 millones de personas a cuidar de sus ojos y mejorar su visión naturalmente.
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