Por Lola López
1. Que hagan algo malo y, cuando reclamamos, todavía quieran hacernos sentir unas locas, hormonales.
2. Que crean que las mujeres son las únicas que se pueden depilar. ODIAMOS las selvas, hay que darse una recortadita por lo menos.
3. Que no sean espléndidos y caballerosos. Unas flores de vez en cuando o un detallito nos encanta.
4. Los pelos en la nariz, en orejas y en la ESPALDA… ¡Yiak! Por el amor de Dios: ¡DEPILENSE!
5. Que no nos dejen elegir la película.
6. Que huelan mal. Hay que bañarse y ponerse loción. ¡Eso es un BÁSICO!
7. Basuritas en la oreja. La higiene es importantísima para nosotras, recuerden que el diablo está en los detalles.
8. Mal aliento. Indispensable que se laven los dientes y traigan una mentitas por si acaso.
9. Zapatos viejos y sucios. Dicen mucho de su personalidad, si hay que invertir en algo, es en los accesorios.
10. Pelo grasoso. Al menos que seas Brad Pitt, no es aceptable.
11. Lagañas y mocos. Aunque no sean vanidosos o metrosexuales, si les interesa gustarnos, levántense al baño de vez en cuando y chequen que no traigan protuberancias, caspa o basuritas indescifrables en su cara y saco. ¡Guácala!
12. Uñas sucias y mal cortadas. No necesitan manicure, solo limpieza.
13. Dientes chuecos y amarillentos. Lo más padre de un hombre es su sonrisa, si de plano sus dientes están muy mal, pueden ir al dentista y que se los enderece o les pongan carillas. ¡Verán el efecto en las mujeres!
14. Que hablen de sus ex. ¿No es obvio? A ustedes tampoco les gusta que sus galanas estén contándoles lo maravilloso que era el novio anterior, así que si tienen algo bonito que decir de su pasado, mejor que no se trate de una mujer.
15. Que salpiquen el escusado. Aunque volteen la tapa. ¡Es horrible sentarnos sobre su pipí!
16. Que cancelen algo importante por el fútbol. Es como decir que nuestros planes no son tan importantes.
17. Que eructen y se tiren flatulencias. ¡Para vomitarse!
18. Que dejen pelos en el jabón. ¡Qué asco!
19. Que ronquen. Aunque parece inevitable, intenten no hacerlo o de plano duérmanse después de nosotras.
20. Que crean que porque fuiste a comer con ellos un día, ya “salimos.” ¡NO! Un día no cuenta. Es más, podemos hablar por teléfono diario y salir de vez en cuando, pero si no tenemos contacto DIARIO, si no nos vemos más de tres días a la semana, si no nos agarramos la mano y si no nos damos besos en la boca, lo más seguro es que NUNCA HEMOS SALIDO más que como amigos. Así que no presuman con nosotras. ¡Nos choca y no es de caballeros!
