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Monreal vs Batres

La disputa por el Senado
 
La historia, por momentos heroica del Senado mexicano, está a punto de registrar un episodio que se antoja apocalíptico, políticamente hablando.
Ricardo Monreal Ávila, inminente coordinador de los senadores de Morena y el único de todos los nuevos senadores aliados de Andrés Manuel López Obrador que tienen la experiencia de conocer las entrañas del Senado, protagoniza ya un enfrentamiento de facto con Martí Batres Guadarrama, quien busca ser el acicate del poder de Monreal, al grado que cabildea para quedarse con la presidencia de la Mesa Directiva y, desde ahí, dominar económica, política y administrativamente al Senado.
La confrontación entre ambos es añeja. Desde que coincidieron en el PRD estaban en posiciones diferentes. Ricardo Monreal no tenía mucho tiempo de haber renunciado al PRI para convertirse en gobernador de Zacatecas por las siglas del PRD, entonces presidido a nivel nacional por Andrés Manuel López Obrador, mientras que Martí Batres venía de las bases de los partidos de izquierda y fue fundador del PRD, partido por el cual consiguió todos los cargos de elección popular que ha tenido hasta ahora que será senador de mayoría relativa por Morena.
Pero la confrontación mayor fue el año pasado, cuando ambos diputaron la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que les ganó Claudia Sheimbau. Los golpes bajos de Batres a Monreal incluyeron la suspensión de sus derechos partidistas de seis integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, dos por seis meses y cuatro por un año, acusados de no acatar la línea del partido Morena y sujetarse más a los intereses de Ricardo Monreal, entonces Jefe Delegacional de Cuauhtémoc.
Hoy ambos serán senadores, Martí Batres por mayoría relativa y Ricardo Monreal por la vía plurinominal. Y para evitar que Batres le diera una desagradable sorpresa como cuando se quedó con la presidencia nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador decidió que esta vez se dejaba en claro que Monreal será el coordinador parlamentario, para detener los ímpetus de Batres.
Sin embargo, la línea de López Obrador no ha evitado el activismo de Batres. Se autoimpulsa como próximo presidente de la Mesa Directiva del Senado, mientras Ricardo Monreal se queda con la presidencia de la Junta de Coordinación Política. En la grilla que se escucha ya en los pasillos del Senado, existe la versión de que Batres es apoyado por Yeidckol Polenvsky, todavía lideresa nacional de Morena, en los afanes de quedarse con parte del dominio del Senado.
Sin conocer las entrañas administrativas del Senado, en un evidente desconocimiento del presupuesto de la Cámara y con versiones inverosímiles de que los senadores reciben dinero para obras, servicios y papelería, lo cual es completamente falso, Martí Batres intenta constantemente jalar la atención mediática hacia él para colocarse como el verdadero poder de Morena en el Senado.


Incluso la semana pasada Batres se reunió con Bertha Orozco, secretaria general del principal sindicato del Senado, pero más conocida por ser la incondicional del priista líder de los burócratas, Joel Ayala, y según ella misma informó en un boletín interno a los agremiados del Senado, acordó con Batres que no serán tocados los derechos de los trabajadores.
Martí Batres incluso difundió una foto de él con Bertha Orozco, por cierto ya con una orden judicial de ser destituida como secretaria general, pero que no se ha podido obedecer, porque Joel Ayala lo ha evitado.
Pero mientras Martí Batres hace estos esfuerzos mediáticos y de cabildeo con la impugnada lideresa sindical, Ricardo Monreal, con el aval de López Obrador, trabaja todos los días con los administradores del Senado los planes de austeridad y los suyos han comenzado a ocupar los lugares administrativos estratégicos del poder interno, desde la comunicación, hasta el jurídico y las finanzas de la institución.

Así, el Senado es hoy el objeto de disputa de Monreal y Batres. Son cuatro mil millones de pesos en pugna y el domino político de una Cámara que aumentó considerablemente su protagonismo e influencia política en el país.
Veamos pues en los próximos días si Batres logra la presidencia del Senado y hasta qué punto de ensucia la corona a Ricardo Monreal.

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