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Si no duermes no rindes y además ¡engordas!

Insomnio y del sueño insuficiente no son lo mismo

¿Te despiertas de repente en la madrugada y no vuelves a conciliar el sueño? ¿Duermes pocas horas entre 3 y 4? ¿Cabeceas todo el tiempo? ¿Los ronquidos no te dejan dormir? ¿Sientes que te ahogas mientras duermes? ¿Por qué no estamos durmiendo bien?

Son preguntas cada vez más frecuentes que nos hacemos, porque nuestro ritmo de vida está afectando nuestra calidad y cantidad de sueño.

El insomnio, los síndromes de sueño insuficiente y de apnea hipopnea son los trastornos del sueño más frecuentes en la población mexicana. Insomnio lo padece el 30 por ciento de la población; el sueño insuficiente, el 20 por ciento; y la apnea hipopnea, el cuatro por ciento.

No tener un sueño reparador, dormir poco o no hacerlo afecta de manera negativa el rendimiento laboral, lo que se manifiesta en ausentismo y en el riesgo de tener más accidentes de trabajo, cuya consecuencia puede ser incluso una discapacidad permanente, y sobre esto nos lo alertó Andrés Barrera Medina, especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.

¿Qué es el insomnio?

Es la dificultad para la conciliación o el mantenimiento del sueño, despertar precoz, o un sueño poco reparador, a pesar de disponer de condiciones adecuadas para el sueño; además, para el diagnóstico de insomnio, es necesario que tales dificultades produzcan en el paciente al menos una de las siguientes molestias diurnas: fatiga o sensación de malestar general, dificultad para la atención, concentración o memoria, cambios en el rendimiento socio-laboral (o escolar, en el caso de los niños), alteraciones del ánimo o del carácter, somnolencia, disminución de la energía, motivación o iniciativa, propensión a cometer errores en el trabajo o en la conducción de vehículos, síntomas somáticos como tensión muscular o cefalea, y preocupaciones, obsesiones o miedos en relación con el sueño.

Quienes tienen insomnio presentan alteraciones en la memoria verbal, es decir, aquella en donde se almacena información de números.

Sueño insuficiente

El síndrome de sueño insuficiente se presenta cuando las personas duermen poco debido al trabajo, a hábitos inadecuados o por conductas voluntarias; produce cansancio físico, problemas de atención y concentración, y dificultad para realizar tareas de precisión. Estas condiciones aumentan el riesgo de padecer trastornos psiquiátricos como depresión y ansiedad, de las que uno de los síntomas más comunes es la irritabilidad.

Andrés Barrera Medina explicó que quienes trabajan horarios prolongados, nocturnos o tienen rotación de los mismos son los más afectados en el ritmo circadiano. “Aproximadamente 20 por ciento de estos individuos tendrán un desacoplamiento entre el reloj biológico y las necesidades del medio ambiente”.

Apnea hipopnea ¿qué es esto?

Consiste en la presencia, durante el sueño, de episodios repetidos de obstrucción del flujo de la respiración. Estos episodios provocan con frecuencia una reducción de la saturación de oxígeno. Un signo frecuentemente asociado son los ronquidos muy intensos, que suelen producirse entre las apneas.

Como consecuencia de las apneas e hipopneas se producen micro despertares, que evitan que llegue suficiente oxígeno a los pulmones, al cerebro y al cuerpo, lo que impacta en el rendimiento laboral al día siguiente, porque desestructuran el sueño y hacen que los pacientes se levanten por la mañana cansados, sin sensación de sueño reparador, y tiendan a quedarse dormidos con facilidad durante el día.

Las personas con apnea tienen problemas con la memoria alterativa, que son recuerdos de conocimientos adquiridos o personales.

No tener un sueño reparador genera ausentismo en el trabajo, que en individuos con alguno de estos trastornos es de 1.4 a dos veces más frecuente. Se estima que en Estados Unidos el costo de esta situación para el empleador es de cuatro mil 800 dólares al año por trabajador.

Además, según estudios, el riesgo de sufrir un accidente fatal en los centros laborales es casi del doble en empleados con algún trastorno del sueño. El insomnio, explicó Barrera Medina, puede ser un predictor de discapacidad permanente.

¿Qué hacemos para tener un sueño reparador?

El especialista Andrés Barrera nos recomendó tener hábitos de sueño adecuados como:

  • Acostarse y levantarse a una hora determinada
  • Ocupar la cama sólo para dormir, no para ver la televisión o el celular
  • Evitar acostarse con preocupaciones
  • No ver el reloj durante la noche
  • Limitar la ingesta de líquidos y bebidas estimulantes antes de dormir
  • Tener actividad física durante el día o relajante (meditación o yoga) antes de dormir.

Estos problemas tienen solución y en la Clínica de Trastornos de Sueño de la UNAM se proporciona un tratamiento adecuado después de hacer un diagnóstico. Para más información al teléfono 5623 2690 o en la página de la clínica: http://fournier.facmed.unam.mx/cts/

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