fbpx
close up of people wearing socks with heels

Con tacones por gusto, no por obligación…

De la feminidad a la tortura de los tacones altos

Por Lorena Rivera

Los tacones altos, por lo menos durante poco más de un siglo, entraron al cajón de los iconos de la feminidad, la sensualidad y el glamour. Así lo demuestran los altísimos, estilizados y hermosos diseños de Christian Louboutin, Jimmy Choo o Manolo Blahnik. Sin embargo, también, desde la aparición de estos artilugios hace centurias en Oriente Medio o en la Francia del siglo XVIII, donde sólo los calzaban los hombres, han generado diversas polémicas.

Tal como sucedió hace unos días. Este tipo de calzado y el código de vestimenta laboral centraron la atención y el enojo de muchas mujeres a través de las redes sociales, en dos países de los llamados desarrollados: Reino Unido y Canadá.

En el primer caso, Nicola Thorp fue contratada como eventual por PwC, en las oficinas de Londres, para trabajar como recepcionista, pero en su primer día, llegó calzando zapatos de piso y acto seguido, le exigieron usar tacones de entre cinco y diez centímetros de alto, y como se negó a ello, la mandaron de regreso a su casa.

El empleo consistía, además de recibir a clientes y visitantes, acompañarlos desde la recepción hacia las oficinas en las que se llevarían a cabo reuniones, en una jornada de entre ocho y nueve horas de lunes a viernes, en la que prácticamente se permanece de pie el día entero.

Esta chica británica de 27 años argumentó que le era difícil estar todo el día en tacones, y sobre todo, que era capaz de realizar eficazmente su trabajo usando flats. Además, pidió le dieran una explicación por la cual no haría el mismo trabajo con zapatos bajos, pero se rieron de ella y la regresaron a su casa bajo la advertencia de que no le pagarían ese día de trabajo y la exigencia de calzar tacones altos al día siguiente.

Nicola inconforme, inmediatamente puso en marcha una petición para que el Parlamento declare como ilegal obligar a las mujeres a llevar tacones altos al trabajo.

Al lanzar la petición, en pocas horas logró más de 30 mil firmas de apoyo, entre ellas figuran las de algunas diputadas.

El Parlamento, si llega a las 100 mil firmas, deberá debatir el tema y, quizá, lanzar alguna iniciativa al respecto. Y hay que destacar que en Reino Unido cualquier empresa puede exigir al personal femenino calzar tacones altos, aún en contra de su voluntad.

Para Nicola Thorp el código de vestimenta debe ser más flexible para que las mujeres puedan optar por usar zapatos de piso o tacones, pues hoy día considera que hay reglas anticuadas y hasta sexistas.

El segundo caso es el de los pies ensangrentados de una mesera, justo por usar tacones altos, como parte del código de vestimenta del restaurante Joy, en Edmonton, Canadá.

La ahora exempleada de Joy relató a CBC News que sus pies se lastimaron a causa de calzar tacones altos, lo comentó con la gerente del establecimiento y ésta le “recomendó invertir” en unas mejores zapatillas; aunque le permitió terminar la jornada en zapatos de piso, le exigió que al día siguiente se presentara con tacones.

Pero terminar el turno, después de estar todo el tiempo de pie, fue un martirio, a tal grado que los pies se le hincharon y se lastimaron tan severamente, que una uña se le cayó. Así que decidió renunciar. Y el restaurante no le pagó.

IMG_6121

Nicola Gavins, de Alberta, subió a Facebook la fotografía de los pies ensangrentados de su amiga, la cual en pocas horas se hizo viral al ser compartida más de 11 mil veces (3 de mayo, 2016) y con comentarios en contra de la política del restaurante.

Sin duda alguna un tema muy polémico, puesto que por un lado, las empresas de cualquier giro tienen el derecho de estipular un código de vestimenta y los empleados, si quieren ahí hacer carrera, deberán acatarlo; pero también es cierto que la rigidez o los extremos son contraproducentes. Pero por el otro, ¿dónde queda la libertad de decisión de cada quien de qué vestir o qué no?

Un código de vestimenta puede ser flexible en cualquier punto, como el tipo de calzado femenino, puesto que hay estudios médicos que señalan que el uso prolongado de tacones altos deforman los pies y tobillos, causan dolor de espalda, se forman patrones poco saludables por la manera en la que se camina, además de caídas y esguinces graves, entre otros malestares.

Además, hoy en día, las mujeres tenemos la opción de escoger entre una enorme variedad de marcas y diseñadores de zapatos con estilos sobrios, elegantes y formales, sobre todo con tacones cómodos, como los kitten heels o los midi, que son muy femeninos y no pasan de moda.

Comenta