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black and white laptop computer on brown wooden desk

4 consecuencias de una mala postura en la oficina

  • Más de 60% de la población es susceptible a padecer dolores lumbares o cervicales en algún momento de su vida por cuestiones laborales

En la mayoría de las oficinas, los trabajadores pasan varias horas al día sentados frente a la pantalla de una computadora, situación que los lleva a que constantemente busquen posturas más cómodas, que por un momento resultan, pero a largo plazo pueden causar problemas de salud.

De acuerdo con la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, entre 60% y 90% de la población es susceptible a padecer dolores lumbares o cervicales en algún momento de su vida por cuestiones laborales. Sin embargo, una mala postura no sólo trae afectaciones físicas, pues según un estudio de San Francisco State University, los estudiantes con posturas incorrectas reportaron mayor sensación de depresión y niveles más bajos de energía que sus contrapartes.

Por su parte, el startup de diseño de muebles Sofamatch recopiló estas 4 consecuencias de una mala postura en el trabajo:

1. Deformaciones en el cuello y columna

Una mala postura puede ocasionar enfermedades como dorsalgia, que es un dolor intenso en la región dorsal de la columna vertebral; o cervicalgia, definido como molestia del cuello, resultado de pasar largos periodos en un posición forzada.

Para prevenirlas es recomendable tener la computadora a unos 45 centímetros de distancia (con los brazos cómodamente estirados) y la parte superior debe colocarse a la altura de los ojos, ya que si está más alta o baja se crea tensión en la zona cervicodorsal.

2. Baja productividad

¿Te has preguntado cuánto tiempo pierdes acomodándote en tu silla? Un estudio realizado por la empresa española Más Vida Red arrojó que casi 7 de cada 10 (68%) de los trabajadores pasan una media de 67 minutos al día moviéndose y reorganizando su espacio de trabajo para encontrar una postura cómoda, lo cual se traduce en 5 o 6 horas a la semana de tiempo improductivo.

Al respecto, el ergonomista Max Vercruyssen señala que la postura que uno mantenga puede generar grandes diferencias en el funcionamiento del cuerpo, con implicaciones para la productividad de los trabajadores. Por lo tanto es necesario contar con los muebles adecuados que ayuden a mantener el cuerpo lo más relajado posible para sólo enfocarse en actividades productivas.

3. Problemas en las articulaciones y tendones

Si tu empleo exige largas jornadas tecleando o moviendo la muñeca para utilizar el mouse, y no cuentas con un escritorio o mesa que permita el correcto descanso de estos, podrías ocasionarte epicondilitis, es decir, la inflamación de los tendones que unen los músculos del antebrazo y de la mano con el epicóndilo.

Es una lesión de codo común en las personas que se dedican a actividades que involucran un movimiento repetitivo de la muñeca o el uso constante del mouse y del teclado de la computadora sin contar con el apoyo correcto. Es por esto que lo más recomendable es tener sillas con antebrazos, para no apoyar la muñeca sobre la mesa y así evitar la presión excesiva sobre la misma.

4. Falta de respeto

Las posturas incorrectas son vistas como malos hábitos y también éstas pueden tener serias implicaciones laborales. A decir de Katherine Brooks, directora ejecutiva de la oficina de desarrollo personal y de carrera en la Universidad Wake Forest, esta clase de hábitos predispone a que la gente se fije en otras fallas o problemas y el efecto acumulativo de todos puede ocasionar un despido.

Las posturas son igual de relevantes y afectan cómo te ven otras personas. Lo recomendable es estar siempre recto y recargado al respaldo de la silla, con las manos frente a la mesa, sin recargar tus codos, esto demuestra tu firmeza. También evita cruzarte de brazos o abrir de más el ángulo entre tus piernas, ya que esto puede traducirse como desacuerdo o desinterés a la conversación.

Algunos consejos básicos para mejorar la postura incluyen mantener alineadas las orejas con los hombros, subir y bajar los hombros repetidamente para “soltar” el cuerpo, así como mantener los hombros atrás para sacar el pecho. En caso de ser necesario, usar cojines ortopédicos en la oficina también es una opción.

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